Agosto a gusto

¡Nos tiramos al dulce para pasar Agosto y comenzar a calentar motores para la primavera! Acá te dejamos las mejores picadas para la sobremesa.

-El Rey del Mote con Huesillo

-Aquí le recomendamos monarquía pues, si este es el rey de los reyes del mote con huesillo. Con cerca de 80 años de historia, su dueño, el “Rey” Ramón Palacios cuenta que la preparación de su mote con huesillo es ciento por ciento natural y que no trabajan con productos sintéticos. Los precios van desde los 600 pesos el vaso chico hasta el “Bicentenario”, de dos litros y medio, de 5.500 pesos y los puede encontrar en Avenida Rondizonni 2399, Santiago Centro.

-Copihue

Seguimos con el mote con huesillo, es que nos gusta comenzar por lo típico chileno. Este local es un clásico en la comuna de Independencia y de la capital. Los precios van desde los 400 pesares hasta 1.200 el vaso más grande. También se venden bidones con este trago de 3, 5 y 10 litros, con precios que van desde los $4.300 hasta $10.400. Puede encontrarlo en Lastra 1209, Independencia y pillar cualquiera de sus carritos moteros por las calles de Santiago, así que atento.

-Gelatería Mo

Nacen como un proyecto familiar pero de estos helados artesanales ya tenemos en Viña del Mar, Quillota y Barrio Bellas Artes y Los Leones en Santiago. Sus recetas propias, y su precio accesible lo hacen digno de estar en nuestra dulce ruta. Cuentan con distintos tipos de helados, teniendo gran variedad de chocolate, dulce de leche, crema, de agua y light, ideales para comprarlos y tomarlos mientras caminas por la ciudad. Pero si anda con tiempo, pase y siéntese a disfrutar de un rico té o café, junto con algunas de sus galletas, muffins, milkshakes y smoothies. Obviamente, todos hechos con receta propia al igual que los helados. Así que ya sabe, panorama apenas salga un rayito de sol: recorrer el Santa Lucía con su barquillo Mo en la mano.

-Confitería Torres

Entrar a la Confitería Torres es un viaje en el tiempo. En esta cafetería ubicada en el corazón de la Alameda, todo lo alucinará, desde la decoración interior, la atención personalizada hasta los baños vintage en los que querrá demorarse para sacarse una selfie rapidito frente al espejo. Si va, pida un Marquese de chocolate y luego comente acá abajo qué le pareció. Y no se levante rápido de la mesa cuando acabe de comer, pues hasta los garzones se acercarán a contarles historias de los tiempos más glamourosos de este tradicional local.

-Emporio La Rosa

¡Aquí le estamos recomendando una de las 25 mejores heladerías del mundo! Y por supuesto uno de los destinos obligados al visitar Santiago. De sus helados el más solicitado es el de rosa, pero también encontrarás otras variedades como naranja-jengibre, nutella con frambuesa y menta, miel de ulmo, frutilla pimienta y menta limón albahaca etc. Está ubicada en pleno Parque Forestal con Lastarria. Así que si va por su helado, lleve un chal y se lo toma acostado en el pasto bajo los árboles, ¿ve que no hay que ir muy lejos para sentirse de vacaciones?

-Heladería Tierra del Sol

¡Salimos de Santiago y nos vinimos al desierto! En pleno San Pedro de Atacama, específicamente en calle Caracoles #169 A, se encuentra esta heladería que aprovecha los frutos de la zona para hacer helados gourmet. Sabores como los del helado de hoja de coca, chañar y rica rica se llevan los aplausos de lugareños y turistas. Todo un refresco en una de las ciudades más secas del país, casi un milagro.

-Dulcería y Emporio La Trinidad

Imagínese estar en la ciudad de La Serena, frente al mar, con una mantita encima y comiéndose el mejor pie de limón de su vida. Es que si vive por ahí tiene que pasar a La Trinidad, en ella encontrará los más dulces queques, tortas y pasteles, que contienen manjar casero y leche condensada como especialidad del lugar, hasta pie de limón y galletas, es decir, prácticamente una cocina de una clásica abuelita con todo el sabor que ello conlleva. Cuenta además con mesas de madera que lo hará recordar los clásicos comedores de diario. Para peregrinar hasta ahí debe llegar a Alberto Arenas #3377 con avenida Cuatro Esquinas en el sector San Joaquín. Y no sea amarrete, ¡mande para acá un trocito de pie de limón! no ve que acá sufro escribiendo sobre La Trinidad.

-Roggendorf

-¡Y nos fuimos al sur para mostrarles Roggendorf! (ubicado en O’Higgins 832, Diagonal 1268 y Los Carreras 1985, Concepción). Hugo Roggendorf, su fundador, llegó desde Alemania a la ciudad penquista en 1953, buscando nuevos horizontes para la repostería que aprendió en su tierra natal. Y a la fecha, ya son cerca de 100 productos los que componen su oferta, entre los que sobresalen la emblemática torta Roggendorf (bizcocho con crema de mazapán y chocolate), Selva Negra (con Kirsch, que es licor de cereza, y guindas), torta Mont Blanc (rellena de damascos frescos y salsa de chocolate blanco) y la torta Milenium (de merengue con nueces y chantilly, lúcuma y guindada), entre otras. Me marié con tanta torta, voy a tener que invitar a los compadres y la familia entera para que me ayuden a bajarlas todas.

-Lecker-Lecker

Por último, nos vamos a la ciudad de la leche y de la carne y recomendamos “Lecker-Lecker” de Osorno (Calle Manuel Rodríguez #1905). Su nombre es una expresión alemana que se usa para referirse a algo delicioso. Hace dos años, Alicia Dimter y María Alicia Reyes, descendientes de colonos alemanes del sur de Chile, decidieron instalar esta empresa rescatando las más preciadas recetas de las “omas” para incorporarlas en el proyecto. Sus productos más famosos son el típico Apfelstrudel (arrollado de manzanas), y el Lecker Lecker (con cubierta de chocolate belga, panqueque de avellana europea y mazapán), la torta Blanca (de chuño con crema de mantequilla alemana) y el Irish whisky torte (con whisky). Si ustedes no sacan todavía pasajes para ir a degustar a Osorno estas delicias y delicateses mejor ni me hable hasta que lo haga, y cuando los pruebe se acordara de este Gato, que sabe cómo terminar una buena mesa con algo dulce para quedar regaloneados como si estuviéramos en casa.

Yo me despido, y esta vez voy a almorzar poquito para hacer espacio para el postre.