Alejandro Jodorowsky
Se dice que los chilenos tenemos fama de patigatos, y si de viajes se trata, Alejandro Jodorowsky nos lleva una amplia delantera. El novelista, cineasta y psicomago chileno dio sus primeros pasos en Tocopilla para después llegar a Santiago e instalarse con su familia en el barrio de Quinta Normal. Egresado del Liceo de Aplicación, formó parte de la prolífica generación de artistas nacionales de la década del 50, colaborando con otros grandes como Enrique Lihn y Nicanor Parra.
Sin embargo, con poco más de veinte años decide emigrar a Francia en donde comparte con artistas de la talla de Marcel Marceau y André Breton, formando más tarde el movimiento artístico pánico junto a Roland Topor y Fernando Arrabal. Luego se mudó a México desde donde produjo una serie de películas que inspiraron a generaciones de realizadores contemporáneos, cintas como Fando y Lis, El Topo y La Montaña Sagrada.
Pero empeñoso como típico chileno, quizá su mayor logro se vincula con un proyecto que jamás llegó a ver la luz. Una adaptación cinematográfica de la novela Dune, película que posteriormente terminaría dirigiendo David Lynch, aunque con un número exorbitante de cambios. El proyecto de Jodorowsky contemplaba la colaboración de grandes figuras artísticas de la época como Salvador Dalí, Orson Welles y Mick Jagger, además de Dan O’Bannon en guión, y diseño de arte de H. R Giger y el dibujante francés Moebius, quienes posteriormente darían forma al argumento y estética de Alien, El Octavo Pasajero, uno de los clásicos de terror de la época.
Sus inquietudes se trasladaron también al espacio del chamanismo y la medicina alternativa gracias a su estancia en México y su cercanía con el Tarot. Llegó a desarrollar la psicomagia como una disciplina que en cierto sentido aborda las enfermedades como metáforas de las frustraciones personales y aconseja soluciones a través de actos simbólicos. Aunque se retiró del cine por mucho tiempo y se concentró en los cómics, cuya publicación principal es El Incal, la vida de este inquieto chileno está marcada por sus creaciones influenciadas por el surrealismo y el simbolismo, y su amistad con artistas de todas partes del mundo, lo que lo llevó a conducir la ceremonia de matrimonio entre Marilyn Manson y Dita Von Teese a mediados del 2000.
En el extranjero llegó a conocer a otros grandes como nuestra Violeta Parra, primera artista latinoamericana en exponer individualmente en el Louvre. Porque ser uno de nuestros talentos de exportación, y sacar la cara por Chile tal y como nuestro vino, ¡brindemos por este chileno busquilla y patiperro con una copa de Gato!
Fuente fotográfica: Morelia Film Fest.