Chile es largo, angosto y rockero

Tenemos una gran diversidad de comida, paisajes, y mucho rock. Acá le mostramos una pasadita por la historia del rock chileno.

Desde la evidente influencia británica y norteamericana, hasta la fusión andina pasando por la cueca, el rock, un género musical irreverente y contestatario ha cosechado un estilo propio en nuestro país que ha armonizado el crecimiento de generaciones.

Hubo en Chile, a fines de la década de los 50’s, bandas dedicadas a imitar canciones de rock and roll en inglés y crear sus versiones en español. Esto es lo que terminó transformándose en la famosa y recordada Nueva Ola y también en el surgimiento de nuestro propio Elvis Presley: Peter Rock. En 1959, a sus 16 años, se editó el single ‘Baby, I Don’t Care’ (‘Nena no me importa’), la primera canción de rock ‘n roll grabada en el país. 

Llegada la década de los 60’s, el mundial de fútbol organizado en nuestro país dispara el rock and roll con el hit de Los Ramblers “El rock del mundial”, volviendo al género ícono de la cultura pop y las radios nacionales.

Mientras tanto,  los álbumes extranjeros seguían llegando al puerto de Valparaíso gracias a los marineros e influenciaron a jóvenes que terminaron creando bandas como Blops, Congreso y Los Jaivas. Estos últimos más adelante fusionaría los sonidos de La Nueva Canción Chilena, agregando a su rock instrumentos como la zampoña y el charango, creando una exquisita mezcla de rock psicodélico con toques andinos.

Llegada la década de los 80’s, en nuestro país el rock toma la cualidad contestataria que caracteriza al rock anglosajón y se convierte en la voz de jóvenes que no sienten sus necesidades escuchadas en medio de la agitación política. Así es como Los Prisioneros, un grupo de adolescentes que tocan punk rock en el colegio y ensayan en sus casas con instrumentos modestos, se abren paso con letras que se transforman en himnos de masa popular.

Tras el término de la dictadura, a mediados de la década de los 90’s, las bandas de rock toman un giro hacia letras existencialistas y abstractas. La bonanza económica de un país que vuelve a abrir su economía y la llegada de nuevos referentes generó una renovada camada de bandas exitosas como La Ley, Lucybell y por supuesto Los Tres, quienes entre rock y cuecas terminan siendo de los conjuntos nacionales más premiados a nivel latinoamericano.

Además, el funk con exponentes como Los Tetas y Chancho en Piedra le dan dinamismo, colores y jolgorio a un estilo en general más oscuro.

Hoy en día la música urbana como el pop y el trap se han tomado los nuevos referentes nacionales y sus estéticas han servido para la expresión de las necesidades juveniles actuales, tomando del rock su principal legado: correr el cerco de lo posible.