EL CRISTO REDENTOR DE LOS ANDES

A fines del siglo XIX, nuestro país estuvo a punto de entrar en guerra armada con Argentina. El motivo era un problema de límites en la Puna de Atacama. La tensión estaba en el aire, los soldados entrenados, pero afortunadamente se llegó a un acuerdo de último minuto. Entonces se decidió conmemorar la resolución diplomática con una gran estatua realizada con otros fines, pero que se hallaba en exposición en Buenos Aires. Y el destino fue el límite fronterizo entre ambos países en el lugar del paso a mayor altura entre ambos, a 3.854 metros sobre el nivel del mar, en uno de los puntos mas altos de la cordillera de los Andes.

Así fue como el 13 de marzo de 1904 se inauguró el Cristo Redentor de los Andes, majestuosa obra de bronce que protege la paz entre ambos países. De ello han pasado ya 115 años de existencia de esta colosal obra realizada por el escultor argentino Mateo Alonso.

Por supuesto, su instalación no fue sencilla. Imaginemos que a principios del siglo XX, hubo que transportar en tren una estatua de 7 metros de altura y 4 toneladas de peso, hasta la montaña. Aún así, se logró colocar la escultura sobre un fuerte pedestal de granito. Un cristo que esquiva el extremo clima cordillerano con la mirada fija en la línea del límite, parado sobre la mitad de un globo terráqueo. Con la mano izquierda sostiene la cruz, de 7 metros de alto, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha parece impartir la bendición a quienes lo visitan.

Hoy es una parada obligada de quienes pasen de un país al otro. De hecho, en el año 2009 pasó por allí el Rally Dakar. Pero usted que va mas lento, bájese del auto y aproveche de plasmar en la retina o en una fotografía la grandeza de un monumento nacido para conmemorar la paz entre dos pueblos hermanos.