El inolvidable triunfo de Loaiza y Tamayo
Ayer dos viejos estandartes, hoy dos leyendas…
Logrando superar los dolores de espalda que hicieron temer su participación en el 64º Campeonato Nacional de Rodeo, Juan Carlos Loaiza se transformó en el mejor de la historia al adjudicárselo por octava vez, junto a su socio Eduardo Tamayo y a sus increíbles yeguas Cantora y Alabanza. Hubo críticas al bajo nivel del ganado.
Si bien es cierto, la serie Campeones demostró una vez más que no estaba para cualquiera. Los entendidos reconocen que este año el nivel del ganado no fue bueno, por lo que no habían muchas expectativas de la competencia. El público trató de entretenerse y animar, fiel a su costumbre, pero en realidad hubo pocos momentos para emocionarse.
Es que, por mucho que haya sido una tarde que cambió para siempre la historia del rodeo, no es normal que, ya finalizando el tercer animal Juan Carlos Loaiza y Eduardo Tamayo (Asociación Valdivia) se hayan escapado por más de seis puntos. De hecho, la definición en el cuarto no tuvo mucho de misterio, de no ser por Diego Pacheco y Emiliano Ruiz (Asociaciones Colchagua y Santiago Oriente) que sumaron 33 puntos en su último toro, la corrida de Cantora y Alabanza tras el cuarto huacho habría sido un mero trámite.
Juan Carlos Loaiza y Eduardo Tamayo, la dupla que cambió la historia del rodeo.