EL PLATO MÁS POPULAR DE CHILE
Un castillo, una casa en el lago y algunos de árboles. Todo en un tono azul en contraste al blanco del plato. Ese es el diseño que tiene una de las piezas de loza más popular de chile (junto con las tazas transparentes para el té). Lo debe haber visto más de alguna vez, quizás en cada de un vecino, de un pariente, o en la TV. Es posible también que incluso algún almuerzo se comiera en él. Mucho tiempo pasó y de a poco nos dimos cuenta que el plato era de uso popular, y recién en los últimos años pudimos conocer un poco más sobre su historia.
LA MANO DETRÁS DE LA OBRA
Por la década del 60, Don Roberto Benavente, escultor egresado de la escuela de Bellas Artes dio vida a una obra llamada Willow. El hombre por ese entonces trabajaba para una división de Fanaloza enfocada en la cerámica. Empresa que posteriormente sería Lozapenco. Lo que Don Roberto nunca se imaginó es que su obra calaría tan fondo en los corazones de tantos chilenos que asocian este plato a almuerzos familiares, a sus abuelos y otros recuerdos queridos. Lamentablemente, Roberto Benavente nos dejó a los 83 años en el 2005 sin haber contado cuál fue su inspiración al crear este mítico paisaje, pero sin duda su nombre será recordado en la historia ya que hasta en museos hoy podemos encontrar este plato típico chileno. Se crearon más versiones en distintos colores, pero la partida del azul fue mayor ya que al estampar era más fácil que no se notaran ciertos errores de producción como los grumos.
LA ANÉCDOTA DE DON ROBERTO
En “Las piezas del olvido” un trabajo de Boris Marquéz, además de contar que Benavente produjo más de 10.000 diseños, aparece una entrevista a Don Roberto donde cuenta una simpática anécdota sobre este mítico plato:
“Tuve una satisfacción en el Mercado de Chillán. Un día que pasé a almorzar, me sirvieron en un plato que yo había diseñado hacía muchos años. Le pregunté a la señora del local dónde lo había comprado para adquirir uno. Me dijo que los conservaba como hueso de santo, que eran de buena calidad y que le gustaban los dibujos que tenían… Bueno, no los pude comprar y me quedé con las ganas de tener un trabajo mío que se conservaba tan impecable”.
PENCO, EL MURAL Y EL HOMENAJE
Con una iniciativa impulsada por el municipio de Penco el año 2017 se buscó homenajear al plato que puso en el mapa a esta comuna de la provincia del Biobío. Se creó un mural que replica el arte del plato y se instaló en una ubicación estratégica: en el barrio donde todavía viven maestros loceros que trabajaron en Fanaloza en esa época.