PICADAS DE SÁNDWICHES
Por golosos no nos quedamos y la excusa nunca falta: que el bajón de la madrugada, el almuerzo relajado, una invitación casual con los amigos y amigas, comida rápida al paso o simplemente el gusto por el pan con todo lo que se les ocurra entremedio. Aquí les dejamos las mejores picadas para quedar llenito de sabor.
La gente de Arica no se anda con cosas y tiene los más grandes sandwich y sin guardarse ingredientes. Si usted quiere comer contundente de esos panes que aprieta y se cae al plato vaya al Rolly ubicado en Santa María #2000. Cuidadito con mancharse la ropa eso sí, mejor guarde la ocasión para después del trabajo o fin de semana.
En Iquique los sandwich gloriosos están en Cioccalata ¡Los tamaños XXL harán que pueda llevarse la mitad para la casa! O qué me dice de ir con los compadres y comadres a la pasadita, invítelos usted mismo/a y quede como rey o reina el resto del año y que ellos se pongan con las papas fritas.
Si llegamos a la tercera región ¿Qué me dice usted de ir a El Chancho Minero de Copiapó? Parece una excelente picada para ir después de una ardua jornada de trabajo ¡Acá no hay respiro pero de tanto comer! No vaya a pasar vergüenza, eso sí, y asegure los botones. Y si quiere ir solo o sola no se preocupe, siempre hay alguien con quién echar la talla mientras degustan un buen pan calientito.
Le proponemos una velada distinta. Vaya con esa persona especial que recién está conociendo a la picada Shopería Oriente en La Serena. Si logra comerse todo el tremendo sandwich y es tan golosa o goloso como usted ¡es la persona indicada!
¡Llegamos a la zona central y en Viña no pueden dejar de ir a Cevasco! No habrá frío ni marejada que pueda con un pan calientito cuyos ingredientes caen al plato en cascada de lo contundente que está. Y si anda regalona o regalón pida para llevar a la casa, pone una buena película y capea el invierno tapadito en frazadas y servilletas.
Quien dijo que no se puede comer palta porque está muy cara es porque nunca ha probado un sandwich del Portal Fernández Concha. Aquí se sirve a destajo sin mesura. Precios baratos, atención alegre, variedad en el menú y un lugar lleno de historia en el corazón de Santiago, tanto para comer entremedio de la oficina como por si anda turisteando por ahí, pase a uno de los lugares emblemáticos que llenan de identidad y personajes típicos la ciudad.
¡Entre Talca, París y Londres nos quedamos con Talca mejor porque acá tenemos a Las Viejas Cochinas pues! Y no se preocupe, es sólo el nombre que el chileno ingenioso le pone a una de las picadas más conocidas de Chile. Lo único cochino que quedará es el plato y no tenga apuro, tendrá toda la parte para comerse los más deliciosos sándwich bien conversados como si estuviera en el comedor de su casa.
¿Y si nos vamos a Manhattan a pasar el bajón? Si no está tan lejos pue’ ¡Es el de Concepción! Este lugar es un clásico y entre la palta y mayonesa no va a querer volver a la ensalada nunca más. Pero no se me ponga ansioso, guarde para ocasiones especiales esta picá ¡así es más emocionante la espera y se convierte en un ritual!
Llegamos a Temuco. Le recomiendo pasar por Las Muñecas del Ñielol. Pida su Barros Luco o Barros Jarpa de siempre, una taza de té o café y disfrute las cosas simples de la vida, los sabores cotidianos, los lugares corrientes. Un buen sandwich en este local hará de su día normal un panorama.
Se sabe que en el sur se come bien ¡pero no solo de caldos se vive, venga a Sandwichmontt en Puerto Montt! Acá las calorías pa’l frío las tienen estos panes gigantes con los agregados que usted quiera. Un exceso que vale la pena darse de vez en cuando, y si queda con culpa después puede bajar la comida caminando abrigado mirando el mar.
El fin del mundo se vive goloso en El Eskondite de Punta Arenas. Tome su parka, póngase su chiporro y sus bototos, haga lo que sea para salir de la casa y esconderse en este paraíso de ingredientes intensos y rebosantes. Un sandwich con el sabor de la Patagonia en un local con el calor de su gente.
¡Ya sabe donde ir así que no tiene excusa para quedarse en la casa comiendo pan con mantequilla! En Gato brindamos por las picadas y el buen sandwich, que hacen de los días rutinarios un encuentro con lo más tradicional de nuestras tierras ¡Salud!