Los Prisioneros
Si de bandas chilenas vamos a hablar, hay una que siempre estará en la historia del rock criollo, por ser uno de las pocos grupos de los 80 que trajeron un nuevo sonido que marcaría una época: Los Prisioneros.
Oriundos de San Miguel, este trío de amigos de colegio Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia, sortearon muchos sucesos antes de poder ser reconocidos y que sus canciones fuesen coreadas por miles de personas. Su primer álbum “La voz de los ’80” les dio reconocimiento a nivel nacional, pero fue “Pateando piedras” lo que los catapultó a la fama y el reconocimiento musical que tanto esperaban. Después de un tercer álbum que no obtuvo los resultados que querían, en 1990 graban una nuevo trabajo con un sonido particular que para muchos, ha sido el mejor disco de la banda a la fecha: “Corazones”; un conjunto de canciones de amor, electrónica y sintetizadores, donde podemos encontrar la famosa canción “Estrechez de corazón”, este también es el disco que marca el quiebre de la banda por un tiempo.
¿Estuvo en el estadio nacional coreando sus canciones en su reunión del 2001? De seguro que sí, porque más de 140 mil personas disfrutaron repasando los éxitos de la banda en conciertos de más de tres horas.
Luego de algunos años y de diferencias, la banda finalmente se disuelve dejando un legado e influencias en la música latinoamericana que los hace formar parte de la historia musical de nuestro país. Es así que canciones como “La voz de los ’80”, “El baile de los que sobran”, “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos” o “Sexo” se han instaurado como himnos para muchos jóvenes por generaciones, acompañando las fiestas, los malones y las clásicas fogatas en la playa junto a una copa de Vino Gato, típico chileno.