PUEBLOS AL EXTREMO
Somos el país más largo del mundo con 4.329 kilómetros de tierra que comprenden 1/10 de la longitud de la tierra. Con una extensión así, los pueblos que quedan a los extremos están tan separados entre sí que acá les hicimos un Homenaje.
Partimos con el desierto más árido del mundo que se diluye entre ciudades en altura, volcanes inactivos y lagunas altiplánicas, ahí donde los límites fronterizos están rodeados de sol casi todo el año y las casas de adobe hacen la resistencia a la modernidad. Pasamos por los cielos más limpios, aparecen los valles y las ciudades litorales más pobladas. Seguimos bajando por el país y la vegetación se va haciendo más frondosa y exhuberante. Los tonos de verde se multiplican, la cordillera se hace más alta y las islas aparecen desmembrando el mapa. La lluvia comienza a abundar y el frío va penetrando todos los lugares menos los corazones de los pobladores y sus comidas abundantes.
Ya casi al final, donde la curvatura de la tierra se hace prominente, comienzan los vientos desbordados, las olas fuertes, el mar interrumpido por hielos glaciares que llegaron antes de que esto tuviera nombre. Aparecen los lugares jamás tocados por pobladores y otros tantos que aparecen interrumpidos por algunos que buscaron la tranquilidad entre el último paisaje del planeta. Chile no tiene comparación, es todo eso que pasa entre la arena infértil del norte y el viento inhóspito del fin del mundo. En Gato queremos unir a las chilenas y chilenos que habitan en estos extremos de la estrecha franja que nos alberga.
En la región de Arica y Parinacota hay un pueblito donde comienza Chile, una localidad lejana de nuestro altiplano y ubicada a más de 4000 metros de altura, se trata de Visviri, que en aimara significa “silvido del viento”. Llegamos a él a través de caminos que están casi abandonados y donde sus escasos habitantes son quizás los últimos pobladores de estas tierras. Cada uno de ellos son verdaderos cultores y supervivientes de estas pampas desoladas, capaces de generar sabiduría a partir de agrestes paisajes que, sin embargo, hacen de la vida un estado contemplativo sin prisa. Una tierra de tesoros olvidados y donde se realiza una feria multicultural y multinacional, que reúne a chilenos, peruanos y bolivianos en la mejor muestra de fraternidad latinoamericana.
En el otro extremo del país tenemos a Puerto Williams, la ciudad más austral de Chile. Tierra donde los yaganes bordeaban las pequeñas islas perdidas entre canoas, abrigados por la grasa de lobo marino y pieles animales, dominando la geografía y clima adversos que rigen hasta hoy.
Puerto Williams es una localidad y puerto chileno, situado en la ribera norte de la isla Navarino, y en la orilla sur del canal Beagle, casi limitando con el océano atlántico. Es la capital tanto de la Agrupación de Comunas de Cabo de Hornos y Antártica como de la Provincia de la Antártica Chilena, perteneciente a su vez a la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
El turismo de la zona se ha convertido en un importante ingreso para los pobladores. Viajeros de todo el mundo llegan obnubilados por la posibilidad de pernoctar en el poblado más austral del mundo, perderse en su naturaleza y navegar entre sus canales. Es por esto que se han desarrollado varios senderos para mochileros y para realizar caminatas de varios días en las montañas de los Dientes de Navarino al sur de Puerto Williams. Restos de campings y trampas para peces de los indígenas yaganes se pueden encontrar a lo largo de la costa este de la ciudad.
Rodean a este pueblo otras aldeas como Puerto Navarino, Caleta Eugenia, Puerto Toro y Yendegaia que sobreviven gracias a los puestos pesqueros, de vigía y estancias y, por lo general, se encuentran muy aisladas y son de muy difícil acceso.
Tanto Visviri como Puerto Williams tienen en común los paisajes extremos en latitudes imposibles, con el viento como acompañante para estos dos pueblos chilenos. Si se aventura a conocer, quizás encuentre en sus calles alguna bandera flameante que no ha sido cambiada por décadas en alguno de estos asentamientos, que le recordará que aquí el tiempo es distinto, el clima cambiante ¡Pero hay puros chilenos como usted, haciendo el aguante en tierras distantes, salud!