RECORDANDO A CECILIA, LA INCOMPARABLE
Un ícono de la música chilena que quedará por siempre
Compadritos y comadritas, estamos de luto. Pero más que lamentarnos, queremos honrar a una de las artistas más importantes de la música nacional, portadora de una voz inconfundible y una personalidad eterna. Aquí les traemos una pequeña biografía para recordar los principales hitos de la vida de nuestra amada Cecilia, la incomparable.
Nació Tomé en 1943, con el nombre de Mireya Cecilia Ramona Pantoja Levi, pero le bastó sólo el “Cecilia”, para dejar una huella imborrable en nuestros corazones y sorprender a todo Chile cuando irrumpió en la escena musical en la década de 1960. Si bien formó parte de varios grupos, en 1962 lanzó numerosos discos como solista. Es considerada como la artista más importante de La Nueva Ola. Y su curiosidad y versatilidad musical la llevó a incursionar en géneros tan variados como los boleros, baladas, mambo, rock and roll y el chachachá, entre otros.
Auténtica y rupturista desde sus inicios, La Incomparable derribó estereotipos y generó niveles de fanatismo que hasta a ella misma la sorprendieron en el comienzo.
Recordada es su participación en el Festival de Viña del Mar el año 1965 donde ganó la competencia con su canción “Como una ola”. Aunque más que ola, lo que provocó Cecilia fue un tsunami. Los organizadores le habían prohibido que hiciera su tradicional gesto en el que lanzaba un beso de taquito, pues consideraban inapropiado que lo hiciera una mujer. Entonces La Incomparable se plantó frente al monstruo y lo hizo. Desobediente y brillante. Para la historia.
Sus canciones han traspasado generaciones y de entre los infinitos éxitos que tuvo, no podemos olvidar canciones como “Puré de papas”, “Baño de mar a medianoche”, “Aleluya”, “Como una ola”, “Te perdí” y, pucha comadrita, podríamos seguir todo el día.
Una artista completa, una persona inolvidable, que nos entregó su arte hasta sus últimos días y que merece un brindis por todo lo que representó para la música y el arte chileno.